A la hora de calificar energéticamente un inmueble, uno de los parámetros que en mayor medida influirán en la misma, es la envolvente térmica.
La envolvente térmica está formada por todos cerramientos y sus ventanas que separan el interior de nuestra vivienda o local del exterior o en su caso de otros espacios no habitables, como garajes, trasteros o espacios bajo la cubierta entre otros. Dicho de otro modo: toda fachada, suelo, tabique o cubierta así como sus huecos por los cuales nuestro inmueble, gana o pierde temperatura según el ambiente exterior, haciendo que se pierda en el interior la temperatura de confort.
¿Cómo influye en la envolvente térmica en la calificación energética?
Para el cálculo de calificación energética de un inmueble tendremos en cuenta principalmente las siguientes variables relacionadas con la envolvente térmica:
- Superficie total en contacto con el exterior o zonas no habitables: cuanto mayor sea esta superficie mayor será la pérdida o ganancia de temperatura que sufra nuestro inmueble. Por esta razón un piso con una única fachada en contacto con el exterior y rodeado de vecinos tendrá menos pérdidas que otro que tenga dos o más fachadas al exterior. Del mismo modo en un mismo bloque de viviendas, los pisos de la última planta si están en contacto con la cubierta del edificio tendrán mayores pérdidas que los que se encuentren en las plantas intermedias. Por otro lado en los casos de los pisos de las plantas primera o baja según casos, sus pérdidas dependerán de lo que se encuentre debajo de los mismos, si nos encontramos con (terreno, trasteros o garajes) sufrirán pérdidas por estas zonas, si tenemos (locales comerciales, el portal de bloque o cualquier otro espacio habitable) no sufrirán pérdidas y serán considerados como uno de los pisos de las plantas intermedias del bloque.
- Tipología y aislamiento: una vez se han identificado cuales son los elementos que componen la envolvente térmica de nuestro inmueble el siguiente paso es la identificación de los elementos que los componen. Aquí es donde entra en juego la capacidad de nuestro edificio de mantener la temperatura de confort. Sirva como ejemplo decir que una fachada compuesta por una sola hoja o cuerpo será menos eficiente que otra compuesta por dos hojas y una cámara de aire entre ellas y esta a su vez menos eficiente que otra con las mismas dos hojas pero con aislamiento térmico en la cámara de aire. Las soluciones constructivas de fachadas, cubiertas, soleras y tabiquería interior pueden ser muy variadas y es aquí donde los conocimientos constructivos del técnico le servirán para identificarlas y valorar su eficiencia energética.
- Número, tamaño y composición de las ventanas:
- Las ventanas son una de las zonas por las que se produce una mayor transmisión térmica entre el exterior y el interior, por esta razón cuantas más ventanas, lucernarios, miradores o escaparates en su caso y más grandes sean estos, mayor será la transmisión de frío o calor hacia nuestro inmueble. No obstante, la composición de las mismas, será un factor determinante a la hora de valorar su eficiencia energética.
- Vidrios de mayor a menor eficiencia energética:
- Vidrio doble bajo emisivo: formado por dos vidrios bajo emisivos con una cámara de aire entre ambos.
- Vidrio doble: formado por dos vidrios con una cámara de aire entre ambos.
- Vidrio simple: formado por un único vidrio.
- Marcos de mayor a menor eficiencia energética:
- PVC o madera tienen unas propiedades térmicas parecidas.
- Metálicos con rotura de puente térmico.
- Metálicos sin rotura de puente térmico.
- Existencia o no de caja de persiana de mayor a menor eficiencia energética:
- Sin caja de persiana: la caja de las persianas es una zona donde la transmisión térmica es elevada.
- Caja de persiana con aislamiento térmico: el aislante térmico en el interior de la caja de persiana sirve para atenuar la transmisión térmica a través de la misma.
- Caja de persiana sin aislamiento térmico: este es el caso menos eficiente energéticamente.
- Existencia de puentes térmicos:
- Un puente térmico es una zona de nuestra envolvente térmica que permite el paso de frío o calor con mayor facilidad que las zonas que están a su alrededor. Estas zonas además de reducir la eficiencia energética de nuestra envolvente térmica son susceptibles de padecer patologías como humedades, condensaciones y otras derivadas de las anteriores como manchas, hongos etc..
- Localización de puentes térmicos más usuales:
- Pilares integrados en la fachada o en esquina.
- Contorno de ventanas y sus cajas de persiana.
- Encuentros de fachada con los forjados.
- Otros factores:
- Orientación: de la orientación de una fachada dependerá la mayor o menor cantidad de luz y calor solar que reciba la misma, siendo la orientación norte la que menos y la sur la más soleada.
- Elementos que proyectan sombra sobre el edificio: aquí tenemos en cuenta aquellos obstáculos que impiden la llegada de la luz y calor solar al edificio.